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El modelo de trabajo formal, ofrece actualmente dos alternativas: Emprendedor o líderes de negocio y empleados .
Pero a nivel mundial, esta forma de trabajo no está del todo volcada para la mujer pues se encuentran con las siguientes dificultades:
- No tienen las habilidades o el deseo de iniciar su propio negocio.
- Viven en donde hay muy pocas oportunidades de empleo.
- No cumplen con los requisitos necesarios para el empleo disponible.
- Debido a objeciones culturales, religiosas o familiares, no puede acceder al trabajo formal.
- Requieren de mayor flexibilidad horaria que la ofrecida en el trabajo disponible.
Todos estos desafíos hacen que las mujeres caigan en trabajos mal remunerados o informales, los cuales representan más del 60% de la población ocupada del mundo (aproximadamente 2 mil millones de personas), según la Oficina Internacional del Trabajo.
Según los informes, el 75% de las mujeres que se encuentran en zonas fronterizas, realizan trabajos informales y suelen trabajar entre 2 a 10 veces más que los hombres.
Trabajar en la economía informal, genera los siguientes problemas:
- Salarios bajos
- Condiciones inseguras, incluso, acoso sexual.
- Leyes laborales sin protección social.
- Ningún beneficio social como licencia de maternidad remunerada, seguro médico o pensión.
Una alternativa: Aprovechar la cadena de valor de las empresas sociales.
Entonces, ¿cuál debería ser la alternativa?.
Muchas empresas con impacto social están creando oportunidades laborales semi formales para aquellas mujeres que no entran directamente en las categoría de emprendedoras o empleadas. Dichas empresas lo hacen adaptado a una visión holística de toda su cadena de valor.
En el “Miller Center for Social Entrepreneurship”, se ha definido la cadena de valor para una empresa de impacto social como una “Entrada” a cualquier actividad o elemento que permita a una empresa social poder desarrollar sus productos o servicios. “Salida” es cualquier actividad o elemento que permita entregar sus productos o servicios a sus clientes.
A continuación describimos 3 ejemplos de empresas sociales que están generando oportunidades de trabajo semi formal para mujeres a través de su cadena de valor.
Cultivos de café a pequeñas escalas
El café representa un mercado global que se prevé alcanzará los 155.640 millones de dólares en 2026. Aunque gran parte del café se cultiva en el «cinturón tropical “ ecuatorial, el cual se encuentra entre las latitudes 25 ° N y 30 ° S, la gran mayoría de los ingresos no llegan directamente a los productores del grano, en especial a los más pequeños.
Empresas de impacto social como Vava Coffee (en Kenia y África Oriental) y Vega Coffee (en Nicaragua y Colombia) están trabajando para ayudar a los caficultores a obtener más beneficios e ingresos.
Además de proporcionar modelos de vida más sostenibles para los pequeños productores, Vava Coffee también comercializa bolsas de regalo hechas de café en los asentamientos informales que rodean la capital de Kenia, Nairobi.
En Vega Coffee, el 95% de sus agricultores son mujeres. Vega brinda a sus agricultores herramientas y capacitación para que no solo puedan cultivar los granos de café, sino también los tuesten y empaquen, lo que permite cuadruplicar sus ingresos por cada libra vendida.
Según lo que se indica en su sitio web “Los ingresos adicionales obtenidos por los productores de café generan un impacto tangible el cual se traduce en mejor educación para los niños y mayor acceso a servicios médicos. Nuestro agricultores, los cuales la mayoría son mujeres, desempeñan un papel importantísimo en la transformación de la comunidad y sus alrededores.
Una red de artesanos
Un tipo de trabajo más digno o semi informal es la creación de artesanías. Una buena cantidad de artesanos en el mundo son mujeres, que normalmente enfrentan grandes desafíos para vender sus creaciones y recibir un pago justo por ellas.
Varias empresas de impacto social están trabajando para ayudar a las mujeres artesanas a obtener un sustento decente y conectarlas con los mercados internacionales.
Algunos ejemplos son:
- Someone Somewhere trabaja con 180 artesanos —De los cuales el 98% son mujeres— en cinco de los estados más pobres de México, permitiendo que puedan generar mejores ingresos por sus artesanías hechas de tela.
- Earth Heir empresa de impacto social de Malasia que colabora con una red de más de 100 artesanos tradicionales a través de todo el proceso de diseño, fabricación y venta, permitiendo que las comunidades más vulnerables logren modelos de vida más sostenibles.
- Rangsutra actúa como un puente de acceso a clientes de todo el mundo para más de 2.000 artesanos rurales de la India, 70% de los cuales son mujeres, buscando que se empoderen más de su oficio y con ello logren mejorar sus ingresos e impacto en su comunidad.
- ANTHILL Fabric Gallery , enfocado para mujeres artesanas de Filipinas. Su modelo se centra en comunidades de diseñadores, tejedores y productores.
- All Across Africa conecta a mujeres y hombres artesanos de Kenia, Uganda, Ruanda, Ghana y Burundi con mercados en todo el mundo.
Distribución en la última milla.
Solar Sister es una empresa de impacto social pionera en su modelo de distribución en la última milla. Solar Sister ofrece productos de energías limpias, como por ejemplo estufas o generadores de energía solar. La empresa se encarga de reclutar, capacitar y apoyar a mujeres para que sean las distribuidoras de sus productos dentro de sus respectivas comunidades.
JITA en Bangladesh, construye redes de distribución rural, capacitando a grupos de mujeres como micro comerciantes y agentes de ventas puerta a puerta para entregar paquetes de diversos elementos de salud, higiene y nutrición.
Un último ejemplo de distribución en la última milla es Rising International. Esta empresa utiliza un modelo comercial puerta a puerta para aliviar la pobreza extrema. Las mujeres se unen a la economía global vendiendo sus productos hechos a mano a través de los eventos de Rising (Actualmente los eventos son virtuales debido a la pandemia de COVID-19).
Más que relaciones puramente transaccionales o económicas.
En las empresas tradicionales, las relaciones en su cadena de valor se forman de acuerdo con las prioridades transaccionales o económicas.
¿Cual es la empresa o persona que puede traer piezas, componentes, materias primas y servicios que cumplan con las especificaciones necesarias y al mejor costo?
Las empresas de impacto social establecen relaciones con su cadena de valor que van más allá del ámbito estrictamente económico. A través de sus oportunidades de trabajo semiformal, a menudo invierten en capacitación, generación de “networking” o recursos adicionales para quienes distribuyen sus productos. El trabajo semiformal también ofrece una mayor flexibilidad de tiempo, lo que puede ser crucial para las mujeres que hacen verdaderos malabarismos para compaginar responsabilidades familiares y laborales.
Además de apoyar el empoderamiento económico de las mujeres a lo largo de la cadena de valor, el trabajo semiformal también genera un efecto multiplicador que se extiende a todas las comunidades donde operan las empresas sociales. Las mujeres con mayores recursos económicos se convierten en consumidoras de más bienes y servicios locales ayudando a aumentar los ingresos de otras personas permitiendo que se logre contribuir directamente a la salud, educación y bienestar de sus familias.
Ejercicio matemático: Cómo mejorar el efecto multiplicador
¿Qué se puede hacer para fortalecer la cadena de valor de las empresas de impacto social? Aquí algunas ideas:
- El primer paso es simplemente reconocer que las cadenas de valor de las empresas sociales son una vía importante para apoyar el empoderamiento económico de las mujeres.
- Buscar y comprar bienes, como café o artesanías, producidos o distribuidos por empresas sociales.
- Brindar apoyo a las empresas sociales y / o los ecosistemas que las rodean, ya sea en forma de capital, asistencia técnica o empresarial.
Miller Center trabaja para ayudar a las cadenas de valor de las empresas sociales nutriendo y mejorando su efecto multiplicador. Una forma eficiente de hacerlo es replicando modelos de negocio exitosos en el mundo. Para conocer más detalles y ejemplos te invito a descargar el libro estrategias de distribución de última milla .
Brigit Helms es directora ejecutiva del Miller Center for Social Entrepreneurship. Escribió por última vez sobre el papel que pueden desempeñar las empresas sociales proporcionando buenos empleos para las mujeres .

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